Cuando cortamos una naranja siempre la intentamos dividir en partes iguales, sin embargo, esta probado que milimétricamente eso es imposible, jamás se logra que una parte tenga el mismo tamaño que la otra.
En las últimas elecciones presidenciales se ha producido el fenómeno de la naranja partida en dos, el presidene candidato obtiene la mitad del electorado, uno o dos más o menos del 50% no cambian el escenario.
Correa gana con el respaldo de la mitad del Ecuador, los gobiernistas de la Asamblea hicieron reformas cambiando las reglas de juego electoral, se autorizó que voten los presos sin sentencia, se les otrogó derecho al voto a laso extranjeros residentes, a las Fuerzas Armadas, a la Policía a los jóvenes de entre 16 y 18 años, de manera optativa.
Por la lógica pensamos que los favorecidos votarían por gratitud a favor del gobierno, empero, las cifras nos indican hasta el momento que el presidente apenas cruzó la frontera de la mitad de la preferencia ciudadana.
El escenario de los resultados es claro, ninguna subjetividad conceptual puede cambiarlo, Correa tiene hoy el respaldo de la mitad del Ecuador, la otra no votó por él porque se opone a su programa y a su forma de gobernar, es un triunfo amargo que comprueba un acelarado deterioro, empezo ganando la presidencia con un 58%, ya como presidente consultó la convocatoria a una asamblea constituyente y recibió mas del 80% de aprobación, sus cambidatos a la Constituyente desendieron al 70% de los votos, la aprobación del proyecto constitucional represento otra disminución al 64%, ahora Correa gana con el 52% es decir 12% menos en popularidad y aprobación, estos hechos y cifras que no admiten discusión ni interpretaciones.
En las últimas elecciones presidenciales se ha producido el fenómeno de la naranja partida en dos, el presidene candidato obtiene la mitad del electorado, uno o dos más o menos del 50% no cambian el escenario.
Correa gana con el respaldo de la mitad del Ecuador, los gobiernistas de la Asamblea hicieron reformas cambiando las reglas de juego electoral, se autorizó que voten los presos sin sentencia, se les otrogó derecho al voto a laso extranjeros residentes, a las Fuerzas Armadas, a la Policía a los jóvenes de entre 16 y 18 años, de manera optativa.
Por la lógica pensamos que los favorecidos votarían por gratitud a favor del gobierno, empero, las cifras nos indican hasta el momento que el presidente apenas cruzó la frontera de la mitad de la preferencia ciudadana.
El escenario de los resultados es claro, ninguna subjetividad conceptual puede cambiarlo, Correa tiene hoy el respaldo de la mitad del Ecuador, la otra no votó por él porque se opone a su programa y a su forma de gobernar, es un triunfo amargo que comprueba un acelarado deterioro, empezo ganando la presidencia con un 58%, ya como presidente consultó la convocatoria a una asamblea constituyente y recibió mas del 80% de aprobación, sus cambidatos a la Constituyente desendieron al 70% de los votos, la aprobación del proyecto constitucional represento otra disminución al 64%, ahora Correa gana con el 52% es decir 12% menos en popularidad y aprobación, estos hechos y cifras que no admiten discusión ni interpretaciones.
