He seguido con prolijidad las intervenciones de la arquitecta María Duarte, candidata del Gobierno a la alcaldía de nuestra ciudad. La ex ministra de la Vivienda resume su programa en propuestas que nos recuerdan consignas electorales y lugares comunes de antiguo cuño.
Sustenta su candidatura en sectores de la sociedad como vendedores informales, un grupo de transportistas del servicio urbano que se oponen al sistema metrovía un plan de vivienda popular a construirse en el cantón Durán vecino de Guayaquil y al apoyo del Gobierno Central.
dice la señora Duarte que con ella se acabará la persecución de la Policía municipal a las vendedores ambulantes. Libertad sin restricciones a los que concurran a los parques y lugares de recreo regenerados por fundaciones municipales. Garantiza el sistema del transporte urbano que realizan los vetustos buses, entrega de viviendas y de millones de dólares por parte del gobierno de Correa, si la Municipalidad se adhiere al proyecto de la revolución ciudadana.
Recreando el futuro diríamos que el Guayaquil que ofrece la arquitecta Duarte es el de la urbe con calles y veredas invadidas de venta de chicha, tripas, ceviches, ropa interior, animales vivos, carretas y todo tipo de negocio ambulante.
Mantener los vetustos vehículos mal llamados buses donde se maltrata y humilla a los usuarios. Si en algo la candidata oficial ha sido descarnadamente sincera es en lo que al Gobierno local adherido al proyecto de Correa. La señora Duarte quisira que el mastil de la bandera octubre se sustituya con el verde limón de Alianza Pais, para lograr que el régimen apoye las obras de la ciudad.
En cuanto al proyecto de vivienda popular, los guayaquileños que las recibirían deberán trasladar su domicilio al cantón Eloy Alfaro, Durán, donde se oferta el plan que dirige y construye un nuevo militante de la revolución ciudadana y socialista del siglo XXI, el acaudalado Isidro Romero Carbo.
Los guayaquileños decidirán.
Sustenta su candidatura en sectores de la sociedad como vendedores informales, un grupo de transportistas del servicio urbano que se oponen al sistema metrovía un plan de vivienda popular a construirse en el cantón Durán vecino de Guayaquil y al apoyo del Gobierno Central.
dice la señora Duarte que con ella se acabará la persecución de la Policía municipal a las vendedores ambulantes. Libertad sin restricciones a los que concurran a los parques y lugares de recreo regenerados por fundaciones municipales. Garantiza el sistema del transporte urbano que realizan los vetustos buses, entrega de viviendas y de millones de dólares por parte del gobierno de Correa, si la Municipalidad se adhiere al proyecto de la revolución ciudadana.
Recreando el futuro diríamos que el Guayaquil que ofrece la arquitecta Duarte es el de la urbe con calles y veredas invadidas de venta de chicha, tripas, ceviches, ropa interior, animales vivos, carretas y todo tipo de negocio ambulante.
Mantener los vetustos vehículos mal llamados buses donde se maltrata y humilla a los usuarios. Si en algo la candidata oficial ha sido descarnadamente sincera es en lo que al Gobierno local adherido al proyecto de Correa. La señora Duarte quisira que el mastil de la bandera octubre se sustituya con el verde limón de Alianza Pais, para lograr que el régimen apoye las obras de la ciudad.
En cuanto al proyecto de vivienda popular, los guayaquileños que las recibirían deberán trasladar su domicilio al cantón Eloy Alfaro, Durán, donde se oferta el plan que dirige y construye un nuevo militante de la revolución ciudadana y socialista del siglo XXI, el acaudalado Isidro Romero Carbo.
Los guayaquileños decidirán.
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