Que absurdo es escuchar o ver los medios de comunicación controlados por el Gobierno, son monótonos y uniformes, así ocurria en los paises del llamado bloque socialista donde, sin excepción pertenecian al estado.
Eran insufribles, tocaban la misma canción, exaltaban al gobernante, adulaban a sus jefes hasta llegar a la lambonería, pravda, el diario oficial de la desaparecida Unión soviética, hacía largos e interminables editoriales cada vez que cumplia años Stalin, mientras el dictador comunista dirigía con mano de hierro el estado soviético.
Cuando tomó el poder Niquita Kruchev, pravda informó a sus lectores que Stalin había asesinado a veinte millones de personas, ese es el periodismo oficial, aquí algunos que se declaraban críticos del poder, terminaron vergonzosamente arriando las banderas del periodismo libre y ahora son asesores presidenciales, diplomáticos, asambleistas y hasta hoy los que vigilan a sus colegas de prensa para denunciarlos.
abandonaron la trinchera independiente para servir al autoritarismo, son autómatas repetidores de la verdad oficial, critican la confrontació de ideas, tienen un solo discurso escrito en Carondelet y lo utilizan para denostar a los que no se arrodillan.
Renegaron de los principios éticos para navegar en el acomodo y el elogio, tienen espaldas con bisagras, han mejorado su estatus económico pero han perdido la libertad de conciencia.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó hace unos días que: "es mejor una prensa adversa que nos ayude desde su cuestionamiento a producir autocrítica necesaria para enmendar nuestros errores, que una prensa amiga que oculte los síntomas o errores de gestión.
Que bueno sería que los que trabajan en los períodicos, emisoras y canales al servicio dek Gobierno, por miedo o por intereses mediten en las palabras de Lugo, que no es precisamente un presidente de derecha.
Eran insufribles, tocaban la misma canción, exaltaban al gobernante, adulaban a sus jefes hasta llegar a la lambonería, pravda, el diario oficial de la desaparecida Unión soviética, hacía largos e interminables editoriales cada vez que cumplia años Stalin, mientras el dictador comunista dirigía con mano de hierro el estado soviético.
Cuando tomó el poder Niquita Kruchev, pravda informó a sus lectores que Stalin había asesinado a veinte millones de personas, ese es el periodismo oficial, aquí algunos que se declaraban críticos del poder, terminaron vergonzosamente arriando las banderas del periodismo libre y ahora son asesores presidenciales, diplomáticos, asambleistas y hasta hoy los que vigilan a sus colegas de prensa para denunciarlos.
abandonaron la trinchera independiente para servir al autoritarismo, son autómatas repetidores de la verdad oficial, critican la confrontació de ideas, tienen un solo discurso escrito en Carondelet y lo utilizan para denostar a los que no se arrodillan.
Renegaron de los principios éticos para navegar en el acomodo y el elogio, tienen espaldas con bisagras, han mejorado su estatus económico pero han perdido la libertad de conciencia.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó hace unos días que: "es mejor una prensa adversa que nos ayude desde su cuestionamiento a producir autocrítica necesaria para enmendar nuestros errores, que una prensa amiga que oculte los síntomas o errores de gestión.
Que bueno sería que los que trabajan en los períodicos, emisoras y canales al servicio dek Gobierno, por miedo o por intereses mediten en las palabras de Lugo, que no es precisamente un presidente de derecha.
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