En plena campaña electoral para su reelección presidencial, el Ec. Rafael Correa invitó a comer en el palacion de Carondelet a unos pocos desempleados de Quito.
Más allá de la buena mesa que ofece el chef belga contratado por el presidente, destacamos un hecho que confirma el espíritu centralista y concentrador del actual gobierno.
Hasta en estos detalles se establece la diferencia y el discrimen entre Quito con el resto del país, acaso que la desocupación solo existe en la capital.
por el contrario, Quito tiene el menor indice de desempleo y Guayaquil es la ciudad con mayor indice de desocupación de la población económicamente activa, porque entonces el presidente a su regia comida ¿solo a los desempleados de Quito? la respuesta es simple, porque así funciona el centralismo, hasta en la más burda demagógia.
Es una falta de seriedad y de respeto a la pobreza y el desempleo invitar a un lujoso palacio para comer los manjares presidenciales, una manipulación de humildes ciudadanos para ganar votantes y adeptos.
Más allá de la buena mesa que ofece el chef belga contratado por el presidente, destacamos un hecho que confirma el espíritu centralista y concentrador del actual gobierno.
Hasta en estos detalles se establece la diferencia y el discrimen entre Quito con el resto del país, acaso que la desocupación solo existe en la capital.
por el contrario, Quito tiene el menor indice de desempleo y Guayaquil es la ciudad con mayor indice de desocupación de la población económicamente activa, porque entonces el presidente a su regia comida ¿solo a los desempleados de Quito? la respuesta es simple, porque así funciona el centralismo, hasta en la más burda demagógia.
Es una falta de seriedad y de respeto a la pobreza y el desempleo invitar a un lujoso palacio para comer los manjares presidenciales, una manipulación de humildes ciudadanos para ganar votantes y adeptos.
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